Se trata de que la escuela aprenda a jugar con la ciudad; es decir, a salirse de sus bien ademarcados y asegurados predios, y a entrar en la cancha grande donde juegan los ciudadanos de a pie. Pero, ¿cómo poner a jugar a una escuela convertida como está en una institución tan seria y ascéticamente t...
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Bibliographic Details:
Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico - IDEP
Book
IDEP,
2015-12-09.
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Summary: | Se trata de que la escuela aprenda a jugar con la ciudad; es decir, a salirse de sus bien ademarcados y asegurados predios, y a entrar en la cancha grande donde juegan los ciudadanos de a pie. Pero, ¿cómo poner a jugar a una escuela convertida como está en una institución tan seria y ascéticamente trabajadora? Una escuela cuyas tareas son todas muy disciplinadas y disciplinariamente racionales, y tan cartesianamente nítidas que permiten distinguir con claridad los espacios del que sabe y del que aprende, del que manda y del que obedece, así como quién es el que evalúa al aprendiz y cuándo y cómo. |
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